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Esta historia, que podría parecer una leyenda urbana, dejó fascinado a Cianfrance y lo motivó a entender al verdadero Manchester.
Durante años, el director se mantuvo en contacto con Jeffrey y con las personas que marcaron su vida, escuchando sus versiones, recuerdos y emociones. De esas conversaciones, Cianfrance pudo construir una mirada mucho más humana y empática del personaje y entender que, detrás de los delitos, se escondía un hombre que solo buscaba redimirse, ser aceptado y volver a sentirse parte del mundo.
En el proceso creativo de la película, el director reunió a gran parte del equipo técnico de Blue Valentine para recuperar la sensibilidad visual y emocional de Manchester, dando como resultado la historia de un hombre que intenta repararse a sí mismo en los lugares más inesperados.
Un buen ladrón llega a salas de cine este 6 de noviembre.
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