Reseña: Cuando Acecha la Maldad
Reseñas de Cine

Reseña: Cuando Acecha la Maldad

  • Título original: Cuando acecha la maldad
  • Año: 2023
  • Duración: 99 min.
  • País: Argentina
  • Dirección: Demián Rugna
  • Guion: Demián Rugna
  • Reparto: Ezequiel Rodríguez, Demián Salomón, Luis Ziembrowski, Silvina Sabater, Marcelo Michinaux, Federico Liss.
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  • Música: Pablo Fuu
  • Fotografía: Mariano Suárez
  • Compañías: Shudder, La Puerta Roja, Aramos Cine, Machaco Films
  • Género: Terror | Sobrenatural. Posesiones / Exorcismos

Sinopsis: En un pueblo remoto, dos hermanos descubren a un hombre infectado por fuerzas malignas que está a punto de dar a luz a un demonio. Desesperados por evitar la entrada del Mal a su pacífico mundo, los hermanos descubrirán la terrible verdad: es demasiado tarde.

“Duérmete porque si no viene la cosa mala” era una frase que utilizaba mi abuelita para asustar a mi papá y mis tías cuando no se querían dormir; ellos, con la inocencia de un niño preguntaban “¿qué es la cosa mala?” a lo que mi abuelita contestaba “una cosa muy muy mala”. Y después de ver Cuando acecha la maldad, por fin entendí no sólo el miedo de mis tías y mi papá, sino qué es la cosa mala.

Situada en un pueblo olvidado por Dios, Cuando acecha la maldad logra que los acontecimientos se sientan cercanos, pero al mismo tiempo la incertidumbre sobre lo que está pasando atrapan la atención de los espectadores, ya que no hay respuestas ni para los protagonistas ni para nadie en la sala, ya que las pocas verdades existentes los personajes se las guardan para sí, intentando no nombrar lo que sea que todos saben que está ocurriendo.

Desde aquí, la cinta comienza a jugar con el horror que prevalecerá en todo momento, valiéndose no sólo del gore sino de líquidos humanos, cuerpos, y demás artificios diseñados para causar asco y repulsión, pero también para mostrar el salvajismo que ocasiona la posible llegada del anticristo. No hay efectos especiales, todo se logra con maquillaje, vestuario, prótesis y talento actoral, con un escenario común que podría ser cualquier parte y personas comunes.

Una de las características que logran que el ritmo sea tan ágil y el espectador quede atrapado tan rápido es no dar nada por sentado y no explicar absolutamente nada de lo que ocurre en un remoto cuarto en la punta de algún monte, dejando que cada quién intente darle una explicación dependiendo de sus propias vivencias ¿posesión? ¿infección? ¿descuido?

Mientras la trama avanza algunas respuestas son dadas, pero sin afirmar nada, sólo reglas que parecen regir ese tipo de casos de los cuales no se habla mucho pero que cada que se esparcen lo hacen de una manera tan vesánica que no puedes más que sentir en el cuerpo el horror esparcirse por tu cuerpo acompañado de nauseas, miedo e incomodidad.

Las historias de los abuelos, sobre la maldad encarnada, la cosa mala, y demás historias que hemos crecido escuchando hacen que la cinta se sienta tan real y tan escabrosamente posible. Despoja al ser humano del conocimiento y lo hace enfrentarse a lo que no puede ver ni entender, contra lo que no hay un poder que los proteja ni un lugar que los esconda.

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