“Luchando con mi Familia” (Fighting with My Family) es una película escrita y dirigida por Stephen Merchant, quien es creador de la famosa serie de comedia The Office. Está basada en la historia de la luchadora de la WWE, Paige.
Por su parte, el reparto está liderado por Dwayne ‘The Rock’ Johnson, Florence Pugh, Lena Headey, Jack Lowden, Olivia Bernstone y Elroy Powell.
Distribuida por Universal Pictures, el 22 de marzo de 2019.
Sinopsis oficial de la película “Luchando con mi Familia”
Basada en la historia real de la luchadora de la World Wrestling Entertainment (WWE), Paige y su familia de luchadores profesionales. La trama gira en torno a un ex criminal y ex luchador y sus hijos: Saraya y Zak, quienes se presentan a una audición para la WWE y crean la fantasía de que todos sus problemas van a resolverse; sin embargo… ninguno se imagina lo que les espera.
Director: Stephen Merchant
Producción: Michael J. Luisi, Kevin Misher
Guión: Stephen Merchant
Música: Vik Sharma
Fotografía: Remi Adefarasin
Actores: Dwayne ‘The Rock’ Johnson, Florence Pugh, Lena Headey, Jack Lowden, Olivia Bernstone y Elroy Powell.
Distribuido: Universal Pictures
Género: Biografía, comedia, drama
Titulo Internacional: Fighting with My Family
Duración: 108 minutos
Opinión de la película “Luchando con mi Familia”
La película “Luchando con mi Familia” usa una narración ágil, emotiva y con mucho humor para sortear uno de los mayores problemas que suelen tener las películas basadas en historias reales o biopics, que no a todos les interesa el personaje y en esta película no hace falta conocer al personaje ni tener interés por la lucha libre para que resulte entretenida.
El corazón de la película y el conflicto principal de la narrativa se encuentra en Saraya y su viaje para convertirse en la luchadora profesional conocida como Paige. Tanto la vida de la protagonista como la película se divide en dos partes diferenciadas por lo que ocurre en Inglaterra y lo que ocurre en Estados Unidos, especialmente el salto de ser parte de una familia que la quiere y respeta a entrar en una cultura diferente, donde mucho de lo que ella representa no tiene el mismo valor y tiene que adaptarse a otra realidad donde ya no es la estrella que cree ser.
Siguiendo esa misma diferencia, toda la historia inglesa está narrada con un nivel de humor muy ácido que permite tocar temas como el sexo o discapacidades sin que parezca que se están burlando, algo que desaparece completamente apenas cruza el océano, donde todo es más simple, soleado, con gente linda y ansias de fama por doquier, incluyendo varias escenas calcadas de cualquier película que intente ser motivacional.
Está claro desde el principio que Paige no encaja en el molde tradicional de una “Diva” de la WWE. Las otras chicas que prueban con ella son altas, delgadas, ex supermodelos y porristas. Y al igual que lo que la mayoría de las chicas atraviesan, Paige siente la presión de encajar. Entonces, en cierto punto de la película, ella cambia su cabello negro por mechones rubios y vestuario negro por tonos más “femeninos”. Y si bien esto puede encajar con la idea errónea de que WWE es un grupo de personas que interpretan personajes y se lanzan unos a otros, Paige se da cuenta de que no necesita ser falsa o alguien diferente. Ella puede ser esa “anormal” de Norwich.
No es que la historia presentada en Luchando con mi Familia sea muy original: son sus personajes los que le dan el suficiente carisma como para emocionar y divertir. Esto lo vemos especialmente en el vínculo familiar del matrimonio recreado por Lena Headey y Nick Frost, quienes pueden expresar un profundo amor familiar al mismo tiempo que bordean el abuso y la explotación de sus hijos, todo con una pátina marginal que los hace entrañables hasta cuando cruzan líneas que no deberían.
Lo que la película hace a la perfección es disipar el mito de que la lucha no es más que una danza coreografiada. Es un deporte duro y físicamente exigente, que se demuestra con la fuerza del entrenamiento de Paige. Es una película increíblemente empoderadora que permite a las mujeres ser las estrellas de una historia sobre un deporte que es predominantemente masculino, y cuyas estrellas masculinas reciben más atención por parte de la corriente principal. Pero, aunque decae el ritmo general de la película, nunca llega a perjudicar todo lo bueno que venía haciendo antes.
Lo bueno
Es divertida y entretenida
Rompe algunos mitos de la lucha libre estadounidense
Empoderadora para las mujeres
Lo malo
Personajes de relleno
Ritmo irregular