- Título original: Late Night with the Devil
- Año: 2023
- Duración: 93 min.
- País: Australia
- Dirección: Cameron Cairnes, Colin Cairnes
- Guion: Cameron Cairnes, Colin Cairnes
- Reparto: Laura Gordon, David Dastmalchian, Ian Bliss, Ingrid Torelli
- Música: Glenn Richards
- Fotografía: Matthew Temple
- Compañías: Future Pictures, Image Nation, Spooky Pictures. Productor: Joel Anderson
- Género: Terror | Años 70. Posesiones / Exorcismos. Televisión. Metraje encontrado
Tras una prolongada espera por fin llega a los cines mexicanos Late night with the devil [Colin y Cameron Cairnes, 2023] cinta de terror australiana que discretamente ha cosechado buenas críticas entre el público y los [a veces] especialistas. Y no es para menos.
Ambientada en la década de los setentas, en medio de la época dorada de los shows nocturnos de variedad [los late night gringos a los que alude el título] y el pánico moral estadounidense generado por la hola de asesinos seriales y sus supuestos vínculos con el ocultismo de corte satánico [similar a la subtrama de MaXXXine de Ti West] , la cinta muestra, a manera de pietaje encontrado, el último episodio del show “Nights Owl with Jack Delroy”, programa que pese a sus esfuerzos continuos no logra pasar del eterno segundo lugar al que lo tiene relegado la audiencia, lo cual mantiene estresado a su titular Jack Delroy, interpretado magistralmente por David Dastmalchian, y a su productor Leo [Josh Quong Tart] .
Si bien el desarrollo de la peli puede ser antelado en el largo [considerando la duración total del metraje] y redundante prólogo [una vez que se van presentado los elementos de la trama se nota que mucha de la información está de más y su supresión bien podría ayudar a darle mayor consistencia e intriga al producto final] , las bien merecidas reseñas se observan en como la dupla Craines opera sus herramientas de escritura y edición [labores que también llevaron a cabo] para sortear el bache de la predictibilidad.
Dicha predictibilidad no es algo nuevo en el género del terror, el cual constantemente encalla en tropos y manierismos de los cuales no siempre logra escapar. No obstante, el par de humanos parece optó por encarar esas taras sin muchos aspavientos, asumiendo que más que algo nuevo que contar lo que importa es el cómo se cuenta.
Por un lado la utilización del espacio único [el set del show y sus bambalinas] , tan socorrido en los found footages, es aderezado con cambios en el color y de relación de aspecto para dar matices a la información y cómo esta poco a poco se va entremezclando dentro de la realidad compartida por los protagonistas y la que se revela a la audiencia, a la par que se deciden por un uso simple de efectos especiales y visuales que, si bien podrían parecer desfasados dados los estándares actuales que hoy tenemos para con ellos, tiene una gran efectividad considerando la época en la que se inscribe la historia y la intención “serie B” que los realizadores pretenden lograr desde el arranque de la cinta.
Por el otro, y aú mas relevante, son las actuaciones, en particular las de David Dastmalchian como protagonista e Ingrid Torelli como coparticipe y desencadenante de los eventos que acontecen durante la transmisión del programa.
Mucho ha caminado Dastmalchian desde su aparición como uno de los tantos segundones del Joker de Heath Ledger hasta este protagónico, del cual sale bien parado al usar sus rasgos [mezcla a partes iguales de Cary Grant, Donald Sutherland, Doug Jones y John Cazale] para dotar a Jack Delroy de una apariencia tan cautivante como esquiva que mantiene la incógnita de cómo ha logrado su éxito [hay de segundones a segundones] , sin perder en ningún momento la tensión de animal acorralado que sabe que se está jugando el todo por el todo.
No obstante, la joya actoral se revela en la señorita Torelli, quien logra presentar una niña víctima de ciertos maltratos que, aunque atendida y querida, parece guardar algo que no se sabe bien a dónde conducirá a los demás participantes del show. Antes que una scream queen lo suyo se puede clasificar mejor dentro del panteón del terror mexicano, en casos como el de las mártires perpetradoras Verónica [Ana Patricia Rojo] y Flavia [Elsa María Gutiérrez] de Veneno para las hadas [Carlos Enrique Taboada, 1986] y, en particular, a la gran Tina Romero en Alucarda [Juan López Moctezuma, 1977] , con quien comparte un inquietante parecido tanto físicamente como en la forma en la cual decide afprntar su interpretación.
Aunque revelar más podría servir para arruinar una historia simple y sin grandes giros, queda señalar que el gran logro de los Cairnes es mantener la atención con un uso medido de elementos cómicos y sensibleros para permitir que sus personajes respiren y se apropien del escenario antes que este les sea arrebatado de una forma que por muy cantada que este por la publicidad y los adelantos no deja de ser tremendamente efectiva y disfrutable.