- Dirección: Javier Colinas
- Guión: Luis Arrieta
- Elenco: Luis Arrieta, Luis Alberti, Gabriela Cartol
- Estreno en México: 22 de febrero, 2024.
Mario (Luis Arrieta), era un hombre que tenía planeado un futuro feliz con su esposa; hasta que una noche son víctimas de un robo que terminó tomando la vida de ella. A partir de ese momento todo cambia en la vida de Mario; su único objetivo ahora es vengarse de los asesinos que le arrebataron su felicidad.
Es común escuchar de asaltos o crímenes en la Ciudad de México que se quedan impunes, pero también se da el caso de “vengadores anónimos” que se encargan de que el malhechor no quede impune y no sólo los enfrenta, sino que defiende a los conciudadanos.
Si bien se mantienen en anonimato y los testigos tampoco revelan su identidad, las personas que escuchamos noticias no podemos dejar de preguntarnos qué les da el valor para enfrentar, con arma en mano, a los asaltantes, será solo que está harto de que nadie haga nada o ¿será que está buscando venganza por algo?
Justo esta es la premisa de El día que todo cambió, una cinta donde podemos ver a un hombre que, buscando venganza por la muerte de su esposa ha pasado los últimos años entrando a zonas peligrosas y acabando con la vida de más de un amante de lo ajeno, pero sin lograr encontrar paz, ya que no ha dado con quien disparó el gatillo.
La cinta nos muestra la vida a los ojos de Mario, quien parece vivir únicamente para la venganza, sin importarle el daño que reciba su cuerpo y desconectándose de la realidad cotidiana donde, como todo hombre, debe de trabajar en una oficina para pagar las cuentas.
Cuando de verdad podemos ver emoción en él es al recorrer la calle en busca del asesino, topándose con más de un inconveniente que parece no importarle y dota de cierto humor negro a la dramática historia donde se explora el lado más oscuro del ser humano.
Sin embargo, aunque la historia está ejecutada de una forma decente al utilizar tantos elementos del género no podemos evitar compararla con John Wick sólo que desarrollándose al sur de la Ciudad de México. Aunado a lo anterior, aunque el humor funciona, por momentos cae en el sin sentido al exagerar en ciertas situaciones y que caen en la farsa, no sintiéndose bien distribuido el tono.
Aun así, El día que todo cambió es una cinta que se disfruta tanto si eres fan de la acción como si no lo eres y, dado que puedes empatizar con el protagonista, también se vuelve un poco una cinta de super héroes.