- Año: 2023
- País: Italia
- Título original: The Well
- Duración: 92 min.
- Guion: Federico Zampaglione. Guionista: Stefano Masi Guionista
- Música: Oran Loyfer
- Fotografía: Andrea Arnone
- Compañías: Iperuriano Film (Productora)
- Reparto: Lauren LaVera, Claudia Gerini, Lorenzo Renzi, Giovanni Lombardo
- Género: Terror, sobrenatural
Sinopsis
Una joven restauradora viaja a un pequeño pueblo italiano para trabajar en una enigmática pintura medieval que necesita recuperar su antiguo esplendor. A medida que el proceso de restauración avanza y el cuadro descubre sus trazos, una fuerza maléfica se hace presente en el lugar con terribles consecuencias.
Opinión
Las películas de terror estadounidenses tienden a seguir patrones y lugares comunes en sus narrativas y, si bien, hay películas que son cumplidoras y entretenidas, en los últimos años el cine independiente y extranjero ha logrado abrirse paso con nuevas propuestas, narrativa y formas de contar historias.
El pozo: rituales satánicos quizás no tiene el título más adecuado, ya que sigue la tendencia de llevar la palabra maldad, terror o satánico para causas expectación en el público y en realidad no dice demasiado sobre la historia, misma que se desarrolla en un pequeño pueblo italiano donde una mujer estadounidense llega a reparar una pintura que se vio afectada por un incendio de la chimenea.
Estas vistas italianas donde la arquitectura es barroca y hay un bosque rodeando el paradisiaco lugar, contrastan con la oscuridad del bosque en donde otros turistas americanos, y a quienes nuestra protagonista conoce en el camión que la llevó al pueblo, deciden quedarse a dormir y que más pronto que tarde se vuelve un camino de terror ante la aparición de un hombre que los lleva a una especie de calabozo en cuyo centro se encuentra un pozo, a donde van a parar uno por uno para alimentar a una extraña criatura que habita al fondo.
Paralelamente se nos cuentan dos historias, la de los turistas, misma que pareciera ser la que se decanta no sólo por el gore, cuyo uso preciso en ciertas escenas y no de hasta hartar el recurso para causar horror en los espectadores e agradece; mientras que la narrativa alrededor de la curadora de arte pareciera rondar más una especie de cuento de hadas.
Sin embargo, pronto la narrativa se tuerce y la vida onírica en la que aparentemente está la protagonista comienza a torcerse en pesadilla cuando cada noche un ente diferente se le aparece, primero es su pare cortándose la garganta, luego una mujer desnuda y sin cabello que pareciera ser una bruja salida de las adaptaciones del libro Brujas, de Roald Dahl (ya sea con Angelica Houston o con Anne Hathaway).
Poco a poco, lo que pareciera una trama entretenida pero predecible comienza a sentirse como un cuento de brujas de los que cuentan las abuelas, con personajes propios del folclore italiano, aquelarres vestidos de negro, pactos con espíritus malignos y los poderes de La gran bruja. Bien podríamos estar presenciando la historia oscura de Blancanieves.
El final es otro punto que considero a su favor, ya que empodera a la protagonista a la par de que se siente de alguna forma “real”, como si fuera una opción obvia en este mundo donde “las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”.