Reseña: LOS TRADUCTORES …. ¡Nada es lo que Parece!
Reseñas de Cine

Reseña: LOS TRADUCTORES …. ¡Nada es lo que Parece!

  • Título original: Les traducteurs
  • Duración: 105 min.
  • Año: 2019
  • País: Francia
  • Dirección: Régis Roinsard
  • Guion: Régis Roinsard, Daniel Presley, Romain Compingt
  • Reparto: Lambert Wilson, Olga Kurylenko, Riccardo Scamarcio, Sidse Babett Knudsen
  • Música: Jun Miyake
  • Fotografía: Guillaume Schiffman
  • Compañías: Coproducción Francia-Bélgica; Trésor Films, Artemis Productions
  • Género: Intriga. Thriller | Literatura. Thriller psicológico

Sinopsis: Nueve traductores de nueve nacionalidades diferentes son contratados para traducir el último libro de una trilogía que se ha convertido en un bestseller mundial. Con el máximo secretismo, y para llevar a cabo su misión, deberán permanecer en un búnker de lujo sin contacto con el mundo exterior. Pero cuando las primeras diez páginas del manuscrito aparecen publicadas online, el trabajo soñado se convierte en una pesadilla; se desvela que el filtrador es uno de ellos y pronto se comprueba que el editor está dispuesto a todo lo que sea necesario para intentar desenmascararle.

Opinión: Hay cintas que logran transportar al espectador a lugares increíbles, haciendo que se compenetren totalmente con los personajes y situaciones que ocurren dentro del metraje. Muestran escenarios fantásticos que permiten dejar volar la imaginación y dejando que, al menos por un par de horas, nos teletransportemos al cuerpo de alguien más y olvidemos nuestros problemas.

Sin embargo, así como hay películas plagadas de lugares que evocan sensaciones mágicas y alegres, también hay aquellas que nos llevan a situaciones y entornos hostiles que se vuelven claustrofóbicas. Este es el caso de Los traductores, cinta francesa dirigida por Régis Roinsard y que llegará a Cinemex este 1 de junio para presentarnos el proceso detrás de la traducción de cualquiera de nuestras novelas favoritas.

Sin duda hay varios aspectos positivos en esta cinta, el primero que logramos apreciar es sin duda el elenco, conformado por un par de rostros conocidos y ya consolidados que aquí nos muestran personajes con un arquetipo genérico de personalidad según sus nacionalidades, ya que cada uno de ellos habla un idioma diferente al francés y parecen arropar, con gusto, los clichés más representativos del idioma.

Aunado a lo anterior, es digno de mencionar el vestuario, mismo que pareciera no tener demasiado peso en la trama, pero que ayuda a complementar el personaje y darles un sello distinto a todos, mostrando cómo las personalidades se reflejan en el gusto para vestir y cómo una primera impresión podría ser equivocada.

El guion no demora demasiado en mostrar sus cartas, tan pronto como los traductores llegan a su zona de trabajo, que resulta ser un bunker con piscina, gimnasio, bar, sala de bolos y demás comodidades que podrían meter en los pisos inferiores de una mansión que para los mortales más parece un castillo, se dan cuenta que están secuestrados hasta que terminen de traducir a su respectivo idioma.

En tan solo unos minutos pasamos de un entorno relativamente feliz a un caso de secuestro, donde un editor se salta cualquier clase de derechos humanos e intenta hacer confesar quién de ellos robó el manuscrito y lo filtró a la prensa, aún con todas las medidas de seguridad que impusieron. Al mismo tiempo, vemos un mes a futuro, donde el mismo editor se carea con alguien en prisión intentando hacerle confesar, pero sin que el público sea capaz de ver con quién habla.

Sin embargo, hay momentos en que este recurso pareciera jugarle en contra ya que pareciera ir más avanzado que los hechos que vemos del pasado, dándonos datos que aún no conocemos y nos hace pensar que nos darán una respuesta para la que aún no estamos listos. Justo cuando las apuestas de “quién es el culpable” están en su clímax, podemos ver con quién es el careo, en una extraña edición que se siente violenta y confusa, lo cual termina por sumarse a la atmosfera de misterio en que nos vemos envueltos como espectadores.

Pero el final será la cereza del pastel, ya que logra dar una vuelta de tuerca que nadie se esperaba y que cierra completamente la historia, haciendo que entiendas todos los giros de tramas que tuvieron que pasar, incluso las escenas que parecían no tener ninguna aportación a la trama, y que realidad sí la tienen.

Es por esto que Los traductores es una cinta que merece la pena ver, te hace pensar, investigar y hasta apostar sobre cuáles son los móviles que tienen cada uno de los traductores. Así mismo, pese a la sobriedad de sus escenarios, los clichés de los personajes y hasta su ritmo lento, es una película cumplidora que dejará a los espectadores con un buen sabor de boca, sobre todo si te gusta el misterio y eres un ávido lector del género.

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