La banda rockera se hizo presente el pasado domingo primero de octubre en el festejo de 55 años de carrera de una de las bandas más importantes de México. Fue así que El Tri puso cantar, bailar y gritar a la Arena CDMX con una presentación llena de grandes sorpresas e invitados para su medio siglo en la escena del rock.

Entre cervezas, cabelleras largas, y camisas de la agrupación, fue que Alex Lora saldría al escenario en punto de las 7:30 de la noche para tocar las primeras notas del Three Souls Boogie, con la cual, en compañía de unos sacerdotes Aztecas, bendecirían el escenario para que la noche fuera mágica.

Eso no es todo, después de esta pequeña introducción, el compositor pidió al público que lo acompañaran a cantar con el himno nacional mexicano que con tanto orgullo los miles de asistentes entonaron mostrando su orgullo de pertenecer a Tierra Azteca.

Canciones como Chavo de Onda, Oye Cantinero, ADO, Muchacho Chico, Abuso de Autoridad, Virgen Morena, entre muchas otras serían las canciones que el rockero de 70 años interpretaría dejando afónicos a más de 22,000 espectadores por más de cuatro horas.

Las sorpresas no podían hacerse esperar, pues en una fiesta, se necesitan invitados y fue así que Lora, trajo a algunos de sus amigos para celebrar con él este medio siglo de rock. Toño Lira, Aleks Sintek, Benito y su Sonora, Moderato, Edén Muñoz,Rod Levario, entre muchos más, fueron las estrellas que que acompañaron al guitarrista, interpretando varios de sus éxitos que lo han catapultado a ser una de las leyendas de la música en México.

Tras varias horas de show, Álex Lora, Rafael Salgado, Eduardo Chico, Oscar Zárate, Carlos Valerio, Lalo Toral, Felipe Chacón, Alejandro Álvarez y Antonio Alba, tocarían un set de más de 30 canciones, los cuales hicieron un recorrido de toda su carrera musical desde 1968.

Entre aplausos, gritos, chiflidos y mentadas de madre, El Tri se despedía del escenario cantando los temas Triste Canción, Cuando Tu No Estas, Las Piedras y Que Chingon, las cuales hicieron vibrar a la Arena CDMX en una noche mágica donde el rock demostró que sigue más vivo que nunca.