El pasado 23 de noviembre se presentó en la Arena Ciudad de México el cantante italiano Eros Ramazzotti con el Battito Infinito Tour, espectáculo con el que se ha presentado en más de 70 ocasiones a nivel mundial y que esta vez aterrizó en suelo mexicano para fusionar la cultura mexicana y la italiana en un show épico.
El concierto comenzó veinte minutos después de las nueve, pero desde antes el recinto ya se sentía lleno, quizás no en su totalidad, pero daba la sensación de que el ánimo llenaba los espacios sobrantes. La euforia se podía sentir y, aunque la gente parecía muy tranquila, la atmosfera era de emoción total y podías cerrar los ojos y simplemente dejarte llevar por la música, a veces sin saber muy bien si era italiano o español, pero comprendiendo el sentimiento.
El concierto duró poco más de dos horas en las cuales todos los colaboradores hicieron gala de sus talentos. En lo personal, disfrutamos mucho los solos de saxofón, te tele transportaban a otro lugar y todo lo demás parecía desaparecer. Se trataba de un joven artista de nombre Marco, que portaba playera tipo polo, dejando sus brazos y tatuajes al descubierto; su vestimenta se acompañó de una gorra negra.
En un momento, el saxofonista siguió a Eros abajo del escenario, donde pudo convivir con las personas que se encontraban sentadas en la zona general y los gritos y suspiros no se hicieron esperar.
Además de una celebración a su carrera, Ramazzotti aprovechó para presentar parte de su último álbum de estudio titulado Latido Infinito, mismo que llegó cuatro años después de su último disco.
“Donde hay música”, “Una emoción para siempre”, “Estrella gemela” y “Si bastasen un par de canciones” le siguieron al setlist.
Aunado a esto quiero destacar los fondos, los cuales combinaban perfectamente con el espectáculo. De entre todos destacó uno de la Virgen de Guadalupe, el cual se proyectó mientras entonaban una canción referente al tema. En definitiva, se notaba la experiencia de todo su equipo musical y técnica para hacer el show posible.
Nada sin ti” y “La cosa más bella” fueron los temas con los que cerró el concierto dejando muy en claro su amor por nuestro país y nuestra cultura, además de las tablas que tiene sobre el escenario y claro, el talento que derrocha.